“En el barco nunca dejas de aprender; es lo que engancha de la pesca”

Irati Ruiz. Alumna de Ciclo Dual de Grado Superior de Patrón de Altura de la Escuela Náutica de Bermeo

Si no es habitual que una chica de 18 años escoja un ciclo formativo de FP ligado a la pesca, tal vez lo sea menos que se sumerja de lleno en su versión más práctica, esa que permite combinar estudios con estancias de cuatro meses en un barco. Estas reservas se despejan por completo cuando escuchas a Irati Ruiz hablar con auténtica pasión de una actividad a la que quiere dedicar su vida. También es cierto que fue su padre, mecánico en un atunero, quien le abrió los ojos a este sector: “Me dijo que podía probar otras cosas, otras carreras, que este trabajo no es tan tradicional porque hay mucha innovación y tecnología en los barcos pero hay que estudiar para ello”.

Dicho y hecho. Optó por matricularse en la Escuela Náutica de Bermeo, en el Grado Superior de Altura, en su modalidad dual de tres años, que le permitirá el próximo curso obtener el título de Capitán de Pesca. Y pronto descubrió que su padre, con quien compartirá el curso de especialización, estaba en lo cierto. “La formación dual te permite estudiar y hacer prácticas a la vez. Hasta ahora no se podía y lo he visto muy ventajoso. Es impresionante, si se promocionase más a la gente le acabaría interesando”, asegura.

La primera experiencia de Irati en alta mar tuvo lugar el año pasado, de mediados de julio a finales de noviembre, en el atunero congelador Playa de Bakio, perteneciente a Pevasa. Situada en el puente de mando, durante ese tiempo se dedicó a observar de cerca el trabajo del capitán, el patrón y el oficial, preguntar, tomar notas y poner en práctica “todo lo que has estudiado, porque no es lo mismo estudiar cómo navegar que navegar”.

“El pensamiento de que el pescado puede llegar a acabarse debe estar ahí. Porque hay que ser sostenibles, pensar en el día de mañana, en un futuro, y con la implicación de las empresas de Bermeo”

La sostenibilidad por bandera

Dentro de cuatro semanas tendrá la oportunidad de embarcar durante otros cuatro meses para seguir absorbiendo los secretos del arte de la pesca. “Tras haber estado en la mar, a la pesca le veo un buen futuro, y más con los desarrollos que se están implementando. Al introducir aparatos nuevos, nunca dejas de aprender. Es lo que te acaba enganchando de la pesca”, sostiene. Un detalle que valora Irati es que buena parte de esos avances tecnológicos se destinan a garantizar la sostenibilidad de la pesca, minimizando las capturas de otras especies o de pescado que no alcanza una talla mínima. “Es una prioridad absoluta”, subraya.

El celo por la sostenibilidad está alineado con los objetivos de Bermeo Tuna Forum. “El pensamiento de que el pescado puede llegar a acabarse debe estar ahí. Porque hay que ser sostenibles, pensar en el día de mañana, en un futuro, y con la implicación de las empresas de Bermeo”, reflexiona. Respecto a la iniciativa en sí, le parece “muy acertada”, máxime en un pueblo que puede presumir de su tradición pesquera. “Yo vengo todos los días y lo veo. La gente tiene muy presentes esas raíces de la pesca y yo creo que Bermeo es el mejor sitio para ser referente del atún”.