OPAGAC
«Nuestro sistema de pesca es referente para que todos los atuneros cerqueros minimicen su impacto medioambiental»
Julio Morón
Director gerente de OPAGAC
OPAGAC
La flota de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) ha estado siempre liderando iniciativas para mejorar la sostenibilidad de la pesquería. En continua evolución e innovación, dentro de su objetivo siempre ha estado tratar de mejorar la capacidad de pesca de su flota y reducir el impacto sobre el ecosistema. Ejemplo de ello es Decálogo de Buenas Prácticas firmado en 2010 que dos años más tarde derivó en un Código de Buenas Prácticas para todo el sector atunero español y que culminó el año pasado con la obtención de la certificación MSC, la certificación medioambiental más prestigiosa del mundo pesquero.
De su trabajo en pro de la sostenibilidad, del resto de proyectos puestos en marcha y del futuro hablamos con Julio Morón, director gerente de OPAGAC.
La flota de OPAGAC es la primera del mundo en obtener el sello azul MSC para la mitad de sus capturas en los tres océanos en los que operáis (Índico, Pacífico y Atlántico), ¿cómo ha sido este camino?
Ha sido largo. Empezó en 2010 con la adopción del Código de Buenas Prácticasde OPAGAC que en 2012 se convirtió en el Código de Buenas Prácticas que firmamos todo el sector atunero español y que después fue la base de un Programa de Mejora de Pesquería por otros cuatro años, hasta llegar a la certificación MSC. El Código de Buenas Prácticas es la base sobre la que trabajamos para minimizar nuestro impacto en el ecosistema, y con la cobertura del 100% de nuestros barcos somos capaces de validar su aplicación y mostrar la mejora que nuestros marineros aplican en la mar. Es un esfuerzo colectivo desde la base, desde los marineros aportando soluciones prácticas, hasta los armadores y los científicos que nos apoyan. Nuestro sistema de pesca está certificado en todos los océanos donde operamos y sirve de referencia para la legislación aplicable en las Organizaciones Regionales de Pesca, para que todos los buques atuneros cerqueros minimicen el impacto medioambiental de una de las pescas más selectivas que existe en el mundo.
¿Qué supone esta certificación tanto para la propia flota como para los consumidores y para la cadena de valor?
Supone una garantía de que lo estamos haciendo lo mejor posible porque necesitamos seguir facilitando alimento a la creciente población mundial de manera sostenible y con garantías de que se hacen bien las cosas. Las propiedades nutricionales del atún son inigualables comparado con otras fuentes de proteína animal y son garantía de salud, y eso lo debemos preservar para mantener este precioso recurso en buen estado y que nuestros nietos puedan seguir comiendo atún de manera sostenible.
Para ello colaboráis con instituciones científicas, de formación… ¿cómo de importante es crear sinergias para conseguir una pesca responsable?
Es fundamental. El aporte de las instituciones científicas que nos ayudan a validar las Buena Prácticas y orientar nuestras acciones para que tengan sentido es de vital importancia para que todo el proceso tenga la eficacia requerida y credibilidad en su evaluación. Para ello contamos con el apoyo fundamental de AZTI, Tecnalia y del IEO-CSIC, que nos ayudan a evaluar las poblaciones de atunes tropicales y a mejorar nuestra pesca.
«El siguiente reto es que el mercado valore la responsabilidad social en la pesca y restringir la entrada de atún de flotas que explotan a sus trabajadores»
¿Qué papel debe jugar OPAGAC en ese futuro?
OPAGAC ha venido liderando el sector atunero con muchas iniciativas que han mejorado nuestra actividad y su reconocimiento. Una de las que más orgullosos nos sentimos es la certificación Atún de Pesca Responsable (APR), que ha venido a complementar el círculo de la sostenibilidad integral de nuestra actividad. La última es el proyecto de telemedicina que estamos aplicando a bordo de 11 barcos y que está siendo un éxito, porque además de salvar alguna que otra vida, está dando a nuestros tripulantes una tranquilidad de atención médica a distancia y de calidad que hace que mejorar sus condiciones a bordo de manera exponencial. Esperemos que desde OPAGAC podamos seguir promoviendo mejoras en el sector atunero para hacer de nuestra pesca la más sostenible posible y que nuestros marineros puedan seguir trabajando en el mejor entorno posible y en condiciones de trabajo decente. Desde OPAGAC somos conscientes de que el secreto del éxito de nuestras compañías atuneras reside en contar con los mejores pescadores a bordo de nuestra flota y eso nos da esperanza para que siga existiendo futuro para la pesca atunera.
Mejorar la política pesquera de la UE
¿Cuáles son los principales retos que quedan por delante? ¿Y cuál creéis que es el siguiente paso para seguir creando un sector más sostenible?
El siguiente reto es que el mercado valore la responsabilidad social en la pesca, porque es muy sensible a la medioambiental, pero no tanto a la sostenibilidad social. Con la reciente ratificación por parte de España del Convenio 188 de la OIT sobre el Trabajo en la Pesca se ha dado un paso de gigante para demostrar que nuestros pescadores tiene las condiciones laborales mínimas exigibles, y que estamos trabajando en un contexto desigual con otras flotas que están a años luz en materia social, pero que acceden al mercado de la UE con ventajas comerciales y desventaja competitiva para nuestro atún. El mercado debe de restringir la entrada de atún proveniente de flotas que explotan a sus trabajadores en la mar, donde es muy fácil mantener prácticas abusivas e incluso de esclavitud a bordo de ciertas flotas, principalmente asiáticas.
¿Vamos por el buen camino?
Siempre hay cosas que mejorar, y más ahora con tantas crisis que están poniendo en jaque la viabilidad de nuestra actividad (Covid-19, Guerra de Ucrania, inflación, precio del combustible…). Pero donde más sentimos que hace falta mejorar es por la parte la política pesquera de la UE. Estamos viendo que desde la Comisión Europea se percibe al pescador casi como un criminal al que solo hay que darle más palo para que cumpla con legislaciones, que en muchos casos son de imposible aplicación (obligación de desembarco, margen de tolerancia…) por mencionar alguno.
Y además, a todo este marco legislativo que solo se aplica a la flota europea -con lo que la desventaja competitiva se acrecienta- se suman las ideas peregrinas de descarbonización de la pesca, cuando se sabe que no existe una alternativa viable para suplir los combustibles fósiles en los barcos pesqueros. Y además, se promueve esta descarbonización sin pensar que el marco legislativo de gestión de capacidad de flota de la UE debe de cambiar de forma radical. Esto es lo que desanima a los armadores a mantener la actividad, porque a nivel internacional, la UE va perdiendo cada vez más posibilidades de pesca a la vez que hace cada vez más difícil la actividad pesquera con legislación desigual, que luego los estados miembros de la UE deben aplicar bajo amenaza de sanciones graves al estado. Eso no es ir por el buen camino, máxime cuando desde el sector se están haciendo muchas cosas por mejorar nuestra actividad.